A veces…
A veces me haces preguntas importantes… y mi silencio es la única respuesta, porque se me gastaron las palabras, por abusón…
A veces no soy capaz ni de atarme los zapatos, no escucho el despertador, ni tengo nada en la nevera…
A veces siento que es mejor faltar, porque no soy presente en ningún futuro de nadas, ni en ningún presente de nadies…
A veces, esas veces…
A veces necesito ayuda, y la rechazo.
A veces lo rechazo todo y pierdo lo poco (¡mucho!) que me quedaba.
A veces me pido la baja, y me la dan. A veces me bajo a pedir… y no me dan nada. A veces pido el alta, ¡y no me la dan!
A veces pienso que no quiero que nadie me quiera, porque, sin querer, le haré daño… de tanto pensar, de tanto no hacer y de tantos a veces.
A veces dibujo mi futuro con el sabor de la soledad, aunque me duela…
A veces me escondo entre las sábanas, o debajo de la cama, o entre los muelles del sofá. A veces la cabeza me pesa, tengo náuseas y salir a la calle me produce dentera; las piernas no me responden y no consigo llegar a la esquina de la barra ni para pedir un café.
A veces no cojo el teléfono, porque no sé qué decir(te).
A veces me pongo gallito, porque soy muy gallina.
A veces, necesito pastillas, para poder dormir. A veces (¡muchas!), necesito pastillas… para poder vivir.
A veces (las menos) pienso en las pastillas para poder morir… (y me da miedo).
A veces tengo miedos para parar un tren.
A veces se me pasan los trenes y me quedo en el andén.
A veces… se me pasa la vida, y ni me entero.
A veces, algunas veces, te me cruzas en la vida… y yo sigo sin enterarme.
A veces quizá sí que no(s) reconozca… y yo ya no sepa quién soy.
A veces pienso que soy eso que te hace daño…me estoy desombligando mucho a mucho...
A veces sé que soy eso que te hizo daño... me estoy perdonando silencio a silencio...
A veces, esas veces… las últimas veces…
A veces, últimamente, no me respondes… nunca.
A veces, esas veces… tantas veces…
A veces, muchas veces, no puedo dormir… y vomito las palabras que no tengo para ti.
A veces, tantas veces… mi silencio…
A veces, muchas veces… mi silencio le grita al tuyo, que me gustaba más; aunque ahora queme por dentro…
A veces, algunas veces, se me agotan las fuerzas… y me tiro al vacío,
desde lo alto del teclado.
-----------------
A veces se me suicidan las palabras con la pistola de tu silencio.
Las imágenes están en flickr |
no veas cómo t entiendo
ResponderEliminarpero aprovéchate porq cuando vives acompañado y con pequeños todo eso se termina por obligación
Es un texto precioso, realmente bonito... Pero no me gusta que te sientas así...
ResponderEliminarA veces (muchas veces) debes pensar en las personas que realmente te quieren y verás que nunca estarás solo...
Un besazo.
Nami.
Alondra de mi casa,
ResponderEliminarríete mucho.
Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma al oírte,
bata el espacio.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Miguel Hernández
Ajo me la regaló un día en que me sentía como tú. Espero te sirva...
A veces...yo estoy en mis propios "a veces" diarios, he leído los tuyos y me siento muy reflejada en la mayoría...lo peor es que es muy cierto que la vida pasa, o mejor dicho pasamos nosotros, esos momentos que dejamos ir no vuelven, son momentos perdidos, palabras no dichas, besos no dados (dónde van esos besos que no damos?) yo...lo veo y lo dejo ir...veo esa esperanza que nos queda cautiva en el tiempo , veo ese desencanto que arrastro pegado a mi sombra, me siento tan lejana.. tan ausente y vulnerable.
ResponderEliminarEs cierto, hay un desencanto de muchas cosas, desilusión por otras, si esto tuviera un saldo, el mío habría disminuido considerablemente… es como si fuera descubriendo grietas por donde se escapan sentimientos, desvalidas palabras y un etcétera hambriento. No acumulo pesares y mucho menos insomnios pero a veces se me cansa el alma de ser una superviviente entre tanta ruina…
Y lA anónima de el último comentario es...
ResponderEliminarGracias, SUPERVIVIENTA!